Esta fue la idea que desarrolló Kenton Lee, luego de vivir en Kenia y observar como los niños caminaban descalzos por sus comunidades expuestos a la suciedad, las piedras y los vidrios al no tener acceso a zapatos.
El diseño es simple, se presenta como una sandalia con una suela resistente, correas y hebillas adaptables que se ajustan hasta cinco veces el tamaño original según el crecimiento del niño.
Los principios que utiliza son la simpleza en el mecanismo de ajuste, la resistencia en los materiales para que alcancen la vida útil esperada y la facilidad para la limpieza, de modo que puedan acompañar a los niños incluso como calzado escolar, para los casos en los que tienen posibilidad de ir al colegio.
El producto está desarrollado sobre la plataforma de la ONG https://www.becauseinternational.org/, que recibe donaciones para que más niños del mundo reciban zapatos de largo aliento y se disminuyan con esto los riesgos de heridas, cortes y enfermedades infecciosas. Guatemala y algunos países de África ya están siendo beneficiados con la idea.