Columna: Agua: ¿El vital elemento?. Por Gabriela Sabadini, Asesor LEED AP BD+C
Al comenzar a escribir esta serie de columnas tenía una estrategia de cómo iba a plantear el cambio climático como tema de discusión y ya tenía una idea formada de cómo iba a ser esta segunda columna, sin embargo, no puedo dejar pasar lo recién sucedido en el norte del país.
El agua cubre el 71 % de la superficie de la corteza terrestre y el agua dulce, elemento esencial para la vida, constituye alrededor del 5% del total. La FAO estima que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030, dentro de ellos, Chile.
Esta sequía no sólo está afectando al norte de nuestro país, el desierto está avanzando hacia el sur a una velocidad de 0,4 km por año y dos de cada tres comunas se encuentran en estado de emergencia debido a la escasez de agua. Las regiones del sur tienen déficits de agua lluvia rondando el 85%, amarrando a esta escasez efectos “secundarios” como la gran cantidad y la magnitud de los incendios, los cuales por la sequía se hacen más difíciles de combatir no solo por la escasez de agua, sino por la gran cantidad de árboles secos que actúan como yesca. En el período 2014-2015 los incendios ya han consumido el equivalente a la superficie del Gran Santiago.
Pero, ¿Por qué en una zona que lleva años de sequía llovió de tal manera? Muchos veíamos con incredulidad aquella imagen del río Salado en Chañaral llevándose camiones, contenedores o lo que encontrara a su paso. Conocimos la ahora famosa “Baja Segregada”, fenómeno climático que genera lluvias importantes sobre ese sector de la alta cordillera que se traducen en flujos aluvionales que bajan sobre el desierto que, según los entendidos “si se hubieran dado a lo largo de 24 o 48 horas su efecto hubiese sido más benéfico”. La masa de aire que se generó fue tan potente que logró atraer aire desde el Ecuador. La intensidad fue tal que rebasó cualquier capacidad que haya tenido el suelo de absorber el agua.
Chile cumple con siete de las nueve vulnerabilidades frente al cambio climático que los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU declararon en su último reporte.
Ya no tenemos que ser expertos para darnos cuenta que las consecuencias del cambio climático son evidentes, sin embargo, se me viene a la mente otra pregunta: ¿Si ya desde la década de los 90 los meteorólogos advertían del cambio climático en el planeta, por qué estamos tan atrasados en la infraestructura y medidas de mitigación necesarias para sobrellevar fenómenos climáticos que los mismos expertos nos dicen que serán cada vez más intensos?
La naturaleza tiene memoria, lamentablemente nosotros no.