Latinoamérica y Chile tienen un importante rol que jugar en la “revolución de la energía limpia”. “¡Dejemos que la revolución de la energía limpia comience!”. Con esta entusiasta invitación, Yolanda Kakabadse, presidenta de WWF Internacional, cierra el prefacio del informe “Líderes en energía limpia”, estudio desarrollado por esta organización de conservación y que releva casos de éxito de siete países de Latinoamérica y El Caribe.
La conclusión principal del reporte, presentado en la COP20 de Lima, es que esta región se posiciona como líder en la adopción y desarrollo de energías renovables, mostrando también una gran proyección de crecimiento en el ámbito de las no convencionales (ERNC). Tanto es así, que se estima que cuenta con el potencial para abastecer 20 veces la demanda de electricidad prevista para el 2050 sin depender de los combustibles fósiles.
Latinoamérica y El Caribe generan hoy el 7% de la electricidad en el mundo y cerca del 65% de ella procede de fuentes renovables, siendo la hidroelectricidad su principal origen. No obstante, se espera que al 2050 más del 20% de la energía eléctrica de la región provenga de fuentes renovables no hídricas, como la solar, eólica o geotérmica. Éstas actualmente representan solo el 6% de su matriz energética.
“Costa Rica, Uruguay, Brasil, Chile y México personifican los esfuerzos que la región está haciendo para acelerar el cambio de paradigma necesario”, destaca Yolanda Kakabadse. En este sentido, el reporte indica que Chile se ha establecido como un líder en energía limpia en América Latina, gracias a la adopción de una meta de 20% de renovables para el 2025. Además, el país es uno de los sitios clave de la región para las inversiones verdes.
“Los abundantes recursos renovables de Chile podrían satisfacer más de 25 veces el consumo actual de energía del país. Chile se está acercando poco a poco. Por ejemplo, en comparación con el 2009, la generación de energía renovable no hidráulica en Chile se ha casi triplicado”, destaca el informe.
Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, valoró el posicionamiento alcanzado por el país en términos de energías limpias, el cual tiene mucho que ver con la definición de políticas, procesos y objetivos claros, como lo hace la Ley de Fomento de las Energías Renovables No Convencionales o Ley 20/25 y, más recientemente, la Agenda de Energía del gobierno.