Arropa Chile, la iniciativa social que recicla y regala ropa. También enseña a dar valor a los deshechos.
El origen de este emprendimiento social creado en La Serena se relaciona con, según sus creadores, con la falta de soluciones integrales que den cuenta del problema que genera la ropa que no se utiliza y el destino que se le da. Tal como cuenta a Innovación.cl Felipe Cortés, diseñador gráfico y creador de este proyecto, Arropa Chile nace para dar solución al clásico problema de no saber qué hacer con este tipo de deshechos porque “los puntos limpios no abordan el problema de la ropa como sí lo hacemos nosotros”.
Creada el año 2013, fue el año pasado, con el incendio en Valparaíso que esta plataforma vio la real necesidad, tanto en situaciones de normalidad como cuando suceden catástrofes como grandes siniestros o terremotos. “Con lo sucedido en Valparaíso, vimos que, lamentablemente, mucha gente, en lugar de regalar ropa para ayudar, vio la posibilidad de deshacerse de ropa en mal estado”. Eso les dio el impulso final para llegar a la solución que hoy presentan y que, según Felipe, genera un triple impacto: social; dignificando de manera creativa las donaciones de ropa a quienes más lo necesitan; medioambiental, ayudando a la gestión de residual de fibras textiles y en el plano económico, al ayudar a crear micro emprendimientos en los estratos más vulnerables de la sociedad, mediante la transferencia de conocimientos y herramientas.
La forma en que opera Arropa Chile es sencilla, pero muy eficiente. Recepcionan la ropa que entrega la gente, ubicándose en un punto fijo de la ciudad donde los voluntarios recorren los barrios aledaños en búsqueda de ropa que ya no se use, esté buena o mala. Después, toda esa ropa se clasifica; la que esté buena se destina a la tienda móvil, que regala una experiencia a la gente de zonas más vulnerables que pueden necesitar esa ropa. Mientras que los deshechos los transforman en insumos para que los mismos beneficiarios de la tienda móvil, mediante talleres de upcycling o de transformación de un deshecho en un nuevo producto, les enseñan a crear y desarrollar nuevos bienes. “Les entregamos herramientas concretas, más allá del asistencialismo, para que ellos puedan después, por ejemplo, comercializar los nuevos productos que hagan y generar nuevos ingresos”, explica Felipe.
AMPLIAS POSIBILIDADES CON LOS DESHECHOS
Acota el creador de Arropa Chile que a través del deshecho textil, existe una amplia gama de posibilidades y nuevos productos. “Por ejemplo, una polera que está rota, se puede transformar en otra cosa muy diferente como un estuche u otra cosa. Las posibilidades son muchas y ya están saliendo algunos productos”. Además, los beneficiarios pueden comercializar sus nuevos productos, lo que ayuda a potenciar la fuerza de trabajo, principalmente femenina en zonas vulnerables.
El éxito y reconocimiento logrado en el último tiempo les ha abierto algunas puertas, como las del Municipio de La Serena, con la que tienen un acuerdo de cooperación, en la que la entidad edilicia facilita todos los recursos para que ellos realicen las campañas de recepción. “Además de apoyarnos en la cadena de valor, con los camiones de reparto, tenemos una coordinación a todo nivel, de manera de generar una triangulación de trabajo bastante positiva”. Cuenta Felipe que, por ahora, Arropa Chile cubre áreas rurales y urbanas cercanas a La Serena y que están en conversaciones con otros municipios de la Región de Coquimbo y también de otras zonas del país, como Concepción, Viña del Mar y Antofagasta, que también los contactaron para implementar este emprendimiento.
Así funciona Arropa Chile:
Fuente: www.innovacion.cl