Reporte Integrado: ¿Qué supone y a quién está destinado

La reportabilidad corporativa ha visto potenciado su rol además por la cada vez mayor atención que le prestan stakeholders antes sólo preocupados del desempeño económico, caso de los inversionistas y las entidades financieras proveedoras de capital. La estrecha relación entre el desempeño ESG y la gestión de riesgos constituye la razón esencial del cambio. Para estos grupos de interés, se plantea la necesidad de repensar las herramientas de información.

En respuesta, algunas compañías están apostando por desarrollar reportes integrados, que en muchos casos bajaron inicialmente a la práctica elaborando un único documento con la información de la memoria financiera y del reporte de sustentabilidad. Esa opción tiene más de carácter experimental que de apuesta de futuro, especialmente tras el lanzamiento del Marco <IR> por parte del Internacional Integrated Reporting Council (IIRC) en diciembre de 2013, luego de una etapa de borrador y programa piloto.

El Marco <IR> se erige en metodología de referencia para los reportes integrados, que concibe como una comunicación concisa sobre cómo la estrategia, gobernanza, desempeño y proyecciones de una compañía, considerando el contexto externo, contribuyen a la creación de valor en el corto, mediano y largo plazo. Los recursos de que dispone la organización (inputs) se consideran reservorios, bajo la denominación de “capitales”, e incluyen no sólo el financiero, sino también por ejemplo el know how (capital intelectual), los colaboradores (capital humano) y/o las relaciones con las comunidades y otros stakeholders (capital social y relacional). Las actividades de la compañía, determinadas en base a su estrategia de negocio, generan una serie de impactos (outputs), que producen aumento, disminución o transformación de los capitales (outcomes), y que constituyen la manifestación en la práctica de la creación de valor (entendida también como la disminución o mantenimiento); el esquema planteado constituye el “modelo” aportado por el Marco <IR>.

Para que una compañía pueda abordar un reporte integrado <IR> es necesario que cuente con un
 “pensamiento integrado”, esto es, que considere la existencia de una serie de factores, 
conectados e interdependientes, que influyen en la capacidad de crear valor, y que además 
de las propias actividades de la organización, incluyen los requerimientos 
de los grupos de interés, los riesgos y oportunidades para el negocio, y la relación 
entre los “capitales”.

Pero, ¿qué es el valor? El Marco <IR> no se cierra a una definición, quedando en manos de cada compañía, pero obviamente sujeto a la concepción del modelo descrito (figura). Se hace necesaria una concepción del patrimonio por parte de las compañías más allá del financiero y humano, incorporando la relación comunitaria y el uso de los recursos naturales, todo ello desde una perspectiva de sustentabilidad, que garantice la continuidad de los mismos dado el default que supondría el quiebre de alguno de ellos, claramente asociado con las perspectivas de negocio y la gestión de riesgos requeridas por los inversionistas y otros proveedores de capital.

Transmitir cómo la compañía genera valor es un desafío, abordable a través de las directrices que entrega la metodología del IIRC. Ésta señala una serie de principios y requerimientos de información, pero sin embargo no aporta indicadores, siendo posible la utilización de los aportados por otros estándares como el desarrollado por Global Reporting Initiative (GRI). Esta convergencia de ambos estándares puede ir más allá, lo que actualmente es motivo de análisis y debate. Asimismo, ya existen los primero ejemplos de compañías cuya publicación responde a ambos, aunque se trata de un estadío incipiente que irá ganando madurez con el tiempo, y el conocimiento que se vaya generando al respecto entre los profesionales.