U. de Talca presenta su segundo reporte de sostenibilidad. Con la presentación de su segundo reporte de sostenibilidad, la Universidad de Talca sigue a la vanguardia en el sector académico nacional en esta materia.
En una ceremonia encabezada por el rector del plantel, Álvaro Rojas y académicos y profesionales de distintas unidades, la Universidad de Talca dio a conocer los principales aspectos y objetivos de su segundo reporte de sostenibilidad, en el que la Institución informa a la comunidad y grupos de interés, las acciones más relevantes de su quehacer en los ámbitos económico, social y ambiental durante el periodo 2013.
La elaboración de este segundo documento representó el trabajo interdisciplinario de las direcciones de Planificación Estratégica y Análisis Institución y la de Responsabilidad Social Universitaria (RSU). Ambas, con el respaldo de Rectoría y siguiendo la metodología GRI, desarrollaron las capacidades técnicas para recopilar la información, la sistematización y la redacción que se tradujo en el l informe presentado en la Biblioteca Central.
El ejercicio de reportabilidad que la Universidad viene haciendo hace dos años, es parte del proceso de mejoramiento continuo “que implica, entre otras cosas, reportar lo que hacemos en los ámbitos ambiental, social y económico, a través de un proceso cada vez más participativo, porque incluye a las personas que se relacionan con nosotros y por ello nuestros grupos de interés deben sentirse de alguna manera parte de este reporte”, señaló Pablo Villalobos, Director de Planificación y Análisis Institucional de la casa de estudios.
La universidad en el largo plazo
En una exposición denominada “Empresas y Desarrollo Sostenible ¿Es posible?”, el Gerente General de ACCIÓN, Ignacio Larraechea, destacó entre otras consideraciones, que las universidades son actores absolutamente relevantes en la construcción de un desarrollo sostenible, que obliga a concertar actores: empresa, estado y sociedad civil.
“Tenemos que conciliar lo económico, con lo social y lo ambiental. No se trata de crecer, crecer y crecer y después vemos cómo distribuimos y cómo cuidamos el medio ambiente; tenemos que tener una mirada a largo plazo”, aseguró Larraechea.
“Las empresas tienen que competir, darle rentabilidad rápido a sus accionistas; y el mundo político, porque tiene que renovarse cada cuatro años. Y entonces piensa cada cuatro años y uno dice ¿quién piensa a Chile a 20 años? ¿Quién piensa el Chile de nuestros hijos y nietos? Ahí es donde vemos que las universidades complejas como la Universidad de Talca, que no sólo hacen docencia sino también investigación, son lugares naturales para pensar el largo plazo”, comentó.
Por lo mismo, sostuvo que la esperanza está en que las universidades entren al mundo del desarrollo sostenible y conversen con el de las empresas. “Chile tiene una de las tasas de innovación más bajas en I+D y no es porque no haya innovación, sino porque no se lleva a la práctica. Entonces necesitamos una universidad como actor activo, permanente, entusiasta en cuanto al relacionamiento con el Estado y con las empresas”, afirmó.
Respecto al rol de la Universidad de Talca en este sentido, Larraechea agregó que “es un ejemplo de una universidad que, en medio de una educación superior muy competitiva, ha logrado mantener la línea de vinculación con el medio de manera muy fluida, que tiene investigación, que piensa a futuro y -como lo vemos hoy- es capaz de reportar sus impactos sociales, ambientales y económicos. Nos parece que está en la vanguardia”.