La desigualdad extrema: uno de los mayores desafíos para el desarrollo
La creciente desigualdad entre ricos y pobres se encuentra en un punto de inflexión: o se consolida aún más, o bien llevamos a cabo cambios concretos que nos permitan revertirla, Kofi Annan Ex secretario general de Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz
A pesar de los avances en la región, Latinoamérica sigue siendo la región más desigual del mundo mientras la brecha entre ricos y pobres está cada vez más fuera de control en el mundo.
Según el informe de la organización global para el desarrollo Oxfam, sólo 85 personas acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad. Esta desigualdad económica extrema se convierte en un obstáculo para acabar con la pobreza en el mundo y agrava otras desigualdades, como la brecha entre hombres y mujeres. La desigualdad extrema, además, perjudica a todas las personas porque deteriora el crecimiento económico, alimenta la inseguridad y hace trizas las esperanzas y aspiraciones de millones de personas atrapadas en la pobreza y sin posibilidades de salir de ella.
Latinoamérica y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo
Mientras los más ricos captan en promedio casi el 50% de los ingresos totales de la región, los más pobres reciben sólo el 5%. Esta “brutal” desigualdad es el resultado de decisiones políticas y económicas deliberadas. La concentración de la riqueza implica grandes cuotas de poder e influencia. Vivimos en un mundo en el que las reglas están manipuladas en beneficio de las personas más ricas y a costa de todas las demás. Así, a medida que la riqueza de unos pocos sigue aumentando, las personas más pobres se van quedando atrás. Kofi Annan, ex secretario general de Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz, asegura que el informe de Oxfam es un llamamiento a la acción en favor del bien común y que se debe responder a él, porque “la creciente desigualdad entre ricos y pobres se encuentra en un punto de inflexión: o se consolida aún más, poniendo en riesgo nuestros esfuerzos de reducción de la pobreza, o bien llevamos a cabo cambios concretos que nos permitan revertirla”.
Por lo tanto, esta situación no tiene por qué mantenerse así ya que se pueden cambiar las reglas que rigen este sistema. Por ejemplo, es posible cambiar el modelo fiscal para garantizar que las personas ricas contribuyan de forma justa. Se puede exigir una mayor inversión en los sistemas públicos de salud y educación, para dotar a las personas más pobres con la oportunidad de luchar por una vida mejor. Se puede demandar salarios dignos. Y se debe asegurar que las personas más pobres puedan alzar su voz y que quienes ostentan el poder, escuchen. Si se toman en cuenta éstas y otras recomendaciones, ya en 2019 se podrían apreciar significativos cambios a nivel mundial.
Bolivia se presenta como un estudio de caso
Bolivia y sus avances en política social, es un ejemplo de caso en el Informe. Recuerda a un país donde la pobreza y la desigualdad estaban unidas a la discriminación contra una población indígena mayoritaria pero excluida de la toma de decisiones políticas.
Según el informe, con Evo Morales en la presidencia del país desde 2006 y con una nueva Constitución que consagró una serie de derechos políticos, económicos y sociales, se pudo implementar programas sociales progresistas, financiados con los beneficios obtenidos de la renegociación de los contratos del gas y el petróleo.
El gobierno de Bolivia ha utilizado en la última década los beneficios de los recursos naturales para aumentar la inversión en infraestructuras, programas sociales e incrementar el gasto público destinado a sanidad y educación. Sin embargo, el informe alerta sobre la insostenibilidad de un modelo basado sobre todo en las industrias extractivas.
Es hora de actuar
Los testimonios de líderes mundiales que el informe “Iguales” de Oxfam recoge, identifican oportunidades que –bajo responsabilidad de los Estados- permitan revertir este proceso.
Es hora de demandar a los Estados asumir su responsabilidad para que el crecimiento económico beneficie a la mayoría.
ROSA PAVANELLI. Secretaria general de Internacional de Servicios Públicos
Las respuestas que propone Oxfam son sencillas, inteligentes y perfectamente alcanzables. Lo único que se interpone entre ellas y un cambio real es la falta de voluntad política. Nuestra labor es difundir este llamamiento, transformar la urgencia en medidas, denunciar sin tregua las injusticias y exigir que se resuelvan. Ha llegado el momento de actuar. Ahora.
JOSEPH STIGLITZ. Profesor de la Universidad de Columbia y premio nobel de Economía
La extrema desigualdad en términos de renta y riqueza que existe actualmente en gran parte del mundo es perjudicial para nuestra economía y nuestra sociedad, y socava nuestra política. Si bien esta situación debería preocuparnos a todos, lo cierto es que son las personas más pobres quienes más la sufren: no sólo sus vidas se ven afectadas por una gran inequidad, sino que también carecen, en gran medida, de igualdad de oportunidades. El informe de Oxfam nos recuerda, en un momento muy oportuno, que cualquier iniciativa que realmente pretenda erradicar la pobreza debe hacer frente a las decisiones sobre políticas públicas que generan y perpetúan la desigualdad.
KATE PICKETT Y RICHARD WILKINSON. Coautores de Desigualdad: un análisis de la (in) felicidad colectiva
El presente informe constituye el primer paso para cambiar las políticas con las que una minoría se ha enriquecido a costa de la mayoría. Es de obligada lectura para los Gobiernos, los responsables políticos y para cualquier persona que esté harta de que se sacrifique el bienestar de la ciudadanía en favor del 1% más rico de la población.
HA-JOON CHANG. Economista de la Universidad de Cambridge
Iguales es el mejor resumen que se ha hecho hasta el momento de por qué hacer frente a la desigualdad es fundamental para el desarrollo mundial.
El abismo entre ricos y pobres no sólo es pernicioso por sí mismo, sino que también genera un desaprovechamiento económico y humano innecesario. Les insto a leer el informe y a unirse a la campaña mundial por un mundo más justo.