Empresas inteligentes: presten atención a las mujeres empresarias. Da sus frutos.
El 19 de Noviembre de 2014, las Naciones Unidas lanzará Día Empresarial de la Mujer.
Hace ocho años, un artículo de periódico cambió mi vida. Afirmaba que, si bien en Jamaica se estaban matriculando y graduando en instituciones de educación superior más mujeres (70 por ciento) que hombres, la tasa de desempleo femenino se mantenía significativamente más alta -15,6 por ciento frente al 5,7 por ciento de la masculina-. Como jamaicana que en aquel momento estaba abriéndome camino en la Universidad, aquella noticia marcó mi trayectoria profesional para siempre. Continué con la investigación y encontré que muchas mujeres jamaiquinas no estaban siendo reconocidos en la fuerza laboral formal, pero en su lugar había convertido en microempresarias y empresarias- muchas operando en la economía informal -sin acceso adecuado al capital, recursos y oportunidades de mercado.
Lo que yo no sabía en ese momento era que esta situación era prácticamente la misma en toda América Latina y el Caribe. Estudios recientes han encontrado que el 23 por ciento de las pequeñas empresas y el 9 por ciento de las grandes empresas en América Latina y el Caribe están dirigidas por mujeres. Además, entre el 55 y 91 por ciento de las mujeres empresarias están operando de manera informal. Esta informalidad agrava los retos para las mujeres empresarias – requisitos de garantía y el acceso al capital, servicios de desarrollo empresarial, redes de negocios y nuevos mercados para vender sus productos y servicios.
Al mismo tiempo, se reconoce que la iniciativa empresarial es esencial para el crecimiento económico y la creación de empleo. Las mujeres empresarias suelen contratar a otras mujeres, contribuyendo así mejorar la calidad de vida de las mujeres, sus familias y comunidades. Cuando las mujeres tenemos acceso a empleos e ingresos dignos, podemos mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestras familias. Podemos comprar los bienes y servicios que necesitamos y podemos pagar impuestos.
¿Por qué deberían preocuparse las empresas?
Las mujeres somos muy poderosas como consumidoras, ya que controlamos 20 billones de dólares -sí, billones- del poder adquisitivo e influimos en hasta un 80% de las decisiones de compra en todo el mundo. Las instituciones financieras están comenzando a darse cuenta del potencial nicho de mercado que suponen las mujeres que aún no trabajan con la banca en la región. En 2010, el Banco Nacional de Costa Rica lanzó Banca Mujer, un programa de prestación de servicios financieros y de apoyo empresarial a las mujeres emprendedoras. En 2013 había otorgado préstamos a casi 15.000 clientes, lo que ha llevado a sus competidores locales a desarrollar productos similares. Otros bancos de la región ya están explorando las empresas dirigidas por mujeres como un nuevo segmento de mercado.
Llevando las mujeres empresarias en el mercado es otra pieza importante de la ecuación. Compañías como Wal-Mart y Marriott International se han asociado con organizaciones como WE Connect International para identificar y fuente de las empresas dirigidas por mujeres en la región, ya que reconocen la propuesta de valor de estas empresas – bienes y servicios de alta calidad, precios competitivos y el desarrollo local impacto.
Desde que hace ocho años leyese aquel artículo he defendido la inclusión de género como una necesidad para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. Mi trabajo me ha llevado a muchos países de la región, y en todos ellos he comprobado cómo el sector privado desempeña un papel activo en el desarrollo, y que la inversión en las mujeres empresarias es una de las formas más concretas de ello. La clave está en
– reconozcan a las mujeres que se gradúan en las universidades como mano de obra altamente calificada
– les proporcionen acceso a capital a las mujeres empresarias
– inviertan en la formación y desarrollo profesional del personal de crédito y de compras
– compren bienes y servicios a las mujeres empresarias
– consideren a las mujeres como a consumidores poderosos e influyentes
Para las empresas con experiencia y las instituciones financieras se trata de una oportunidad de negocio y de estar a la vanguardia. Para mí, esto es más que un negocio, es desarrollo. El sector privado es el motor de la economía. Hagamos que sea también el motor del desarrollo y la equidad de género.