“La transparencia y la rendición de cuentas sigue siendo una deuda pendiente”. Como parte del Ciclo de Entrevistas 2014 que ZIGLA está realizando en Chile a Líderes en RSE y Sustentabilidad, reproducimos la entrevista a Pablo Urbina – Jefe de Sostenibilidad de Sodimac. Por Marlen Perez Zigla Consultores.
Después de muchos años de expansión de la RSE, ¿en qué nivel de desarrollo diría que se encuentra actualmente nuestro país?
Las empresas chilenas han avanzado en los últimos años en conocimiento y gestión de Responsabilidad Social (RS). En sus inicios, la RS se asociaba a acciones aisladas del negocio y muy ligadas a la filantropía. Hoy estamos conscientes que la creación de valor económico es inseparable de las obligaciones que la empresa tiene con su capital humano, la sociedad y el medioambiente.
Lo anterior nos exige ser una empresa socialmente responsable, pero en el sentido moderno y exigente de la palabra, esto es, comprometida con nuestros clientes, trabajadores, proveedores, el medioambiente y la sociedad en general. En definitiva, nuestra intención es aportar al desarrollo integral de nuestro país. Es por ello que desde 2006, en Sodimac estamos trabajando sistemáticamente en una política y estrategia de sostenibilidad, que hemos ido ajustando a los más altos parámetros mundiales existentes.
Por otro lado, Chile ha comenzado a dar buenas señales en temas de Responsabilidad Social y Sostenibilidad. De hecho, un gran hito se produjo el año 2013: la creación del Consejo de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible del Gobierno de Chile. El Ministerio de Economía es quien hoy guía ese consejo, pero de él participan diversos actores nacionales, como: instituciones de gobierno, miembros de la sociedad civil y representantes del sector académico y empresarial. Otro tema importante que sucedió el año pasado, fue que Chile entró al grupo Amigos del Párrafo 47 de Río + 20, grupo de países que quieren impulsar la reportabilidad, no solamente en el sector privado, sino también en el sector público. Esto es importante, ya que queda aún camino por recorrer en temas de rendición de cuentas. Otro hecho, es que la Bolsa de Santiago ha iniciado un proceso de licitación para la construcción de un índice de sostenibilidad, para que inversionistas, reguladores y empresas puedan conocer variables ambientales, sociales y de gobernanza. Además, Chile es miembro pleno de la OCDE, por lo que existen ciertos compromisos internacionales en los que se debe seguir trabajando, como por ejemplo, las temáticas medioambientales.
¿Y qué beneficios concretos le ha dejado a las empresas hasta aquí la RSE?
Creo que tanto en Chile como en todo el mundo las empresas han tomado conciencia de la importancia que tiene el crecimiento responsable. Es por ello que cada día más compañías han ido adquiriendo prácticas sustentables dentro de su filosofía, para así lograr un equilibrio sano entre su negocio y el entorno.
Esta nueva práctica ha ido tomando cada vez más fuerza en nuestro país y en el mundo, y actualmente la mayoría de las empresas no conciben el crecimiento de su negocio sin que vaya de la mano de la responsabilidad con las comunidades, medioambiente, proveedores, etc.
¿Y qué diría que sigue aún pendiente? ¿Cuáles fueron las promesas no cumplidas de la RSE?
Un tema pendiente es la rendición de cuentas y la transparencia, todavía falta en este ámbito. Hoy en Chile del universo total de empresas, sólo 72 empresas están desarrollando reportes de sostenibilidad, por lo que existe una brecha importante tanto en sector privado como público.
En los dos últimos estudios de responsabilidad corporativa de la firma KPMG y la Universidad de Amsterdam, que monitorean desde el año 1993 a las 250 empresas más grandes del mundo y a las 100 más grandes en un conjunto de países, Chile apareció por primera vez. Mientras en 2011, sólo 27 de las 100 empresas nacionales más grandes reportaban, en 2013 la cifra subió a 72.
Bajo ese contexto, con humildad debemos mirar hacia adentro y ver qué cosas podemos mejorar, cómo podemos ser más transparentes y justos en nuestra relación con los diversos públicos de interés.
Pensando en la relación entre empresas y comunidad, ¿cree que la intervención de las empresas en problemas sociales ha sido estratégica y eficiente? ¿Es posible hablar de resultados e impacto real?
Las relaciones de las empresas con la comunidad han sido poco estratégicas, principalmente por desconocimiento, por la poca interacción que se tiene con la comunidad. Hay iniciativas muy buenas pero sin mucha articulación con la comunidad, por lo que se ve como algo más impositivo y no como un vínculo permanente.
Hoy la comunidad quiere participar de las decisiones y sus proyectos. Cuando las empresas se insertan dentro de una comunidad, deben conocer quiénes son sus vecinos, estructurar lazos de confianza y mantener mecanismos de dialogo. De esta forma, aportaremos al desarrollo integral de nuestro país.
De sondeos anteriores surgen dos cuentas pendientes para las empresas de cara a la gestión de programas sociales, uno, profundizar la articulación público-privada ¿Qué opinas al respecto?
Debemos empujar el Consejo de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible, puesto que es un órgano multisectorial; un espacio de discusión y debate en torno a la formulación de políticas públicas, programas e instrumentos que aseguren una efectiva incorporación de la Responsabilidad Social en la estrategia de crecimiento de Chile.
Para el cumplimiento de sus objetivos, le corresponden las siguientes funciones: servir de instancia coordinadora entre los distintos órganos del Estado, el sector privado y la sociedad civil; identificar e informar acerca políticas, buenas prácticas e iniciativas que se generen en este ámbito para proponer medidas concretas y acciones de política pública.
Otra cuenta pendiente para las empresas de cara a la gestión de programas sociales, es mejorar la evaluación y medición de resultados e impacto ¿Qué opinión les merece?
Las evaluaciones nos permiten saber cuáles son las brechas de gestión, identificar dónde estamos y hacia dónde queremos ir con los programas sociales. Además, mejorando los sistemas de medición nos permitirá conocer los reales estados de avances y buscar una adecuada rendición de cuentas.
El desafío es continuar desarrollando negocios de una forma responsable, es decir, ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas en las comunidades donde estamos presentes, sumado a la de nuestros clientes, proveedores y trabajadores; así como también continuar contribuyendo con el cuidado del entorno y la sociedad en general.
¿Qué rol han tenido las organizaciones sociales en todo este proceso y cuál deberían tener hacia adelante?
Las organizaciones sociales son más que necesarias en una sociedad, puesto que se convierten en un medio de integración social y un potenciador de las capacidades individuales y colectivas, dado su rol de actores independientes en el desarrollo.
Se debe continuar promoviendo que las organizaciones implementen prácticas para fortalecer su rendición de cuentas y su contribución a la eficacia para el desarrollo, guiada por los principios internacionales para el desarrollo de las organizaciones de la sociedad civil.
Pensando en el nuevo paradigma de la Sustentabilidad, ¿qué desafíos cree que deberán enfrentar las empresas a la hora de avanzar hacia una gestión sustentable de los negocios?
La sostenibilidad en los negocios a menudo se define como la gestión de la triple línea de resultados, un proceso por el cual las empresas gestionan sus riesgos financieros, sociales y ambientales, sus obligaciones y resultados.
El tema va más allá de la responsabilidad en el impacto social y ambiental. Las empresas que buscan un crecimiento responsable son sólidas, crean valor económico, ecosistemas saludables y comunidades fuertes. Éstas sobreviven a los impactos externos porque están íntimamente ligadas a sistemas económicos, sociales y ambientales armónicos.
Si tuviera que escoger un sólo mensaje en relación a la RSE y Sustentabilidad, ¿cuál sería?
Debemos buscar un desarrollo mucho más armónico. Si se logra un mayor entendimiento de la perspectiva local sobre la sostenibilidad, puede edificarse la relación entre las empresas y la comunidad con base en el respeto y la confianza mutua, con lo cual posiblemente se llegue a un compromiso positivo.
Este entendimiento podría servir para construir puentes de confianza entre los distintos actores sociales, basados en nuevos enfoques y el compromiso para continuar creciendo responsablemente, y así poder aportar positivamente al desarrollo integral de nuestro país.