El subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena señaló en el Día Internacional de la Capa de Ozono, que tal como el Protocolo de Montreal logró un acuerdo internacional histórico para evitar la destrucción de ese delicado escudo que protege la Tierra, las naciones debiéramos ser capaces de firmar medidas que disminuyan rápidamente el CO2 que estamos enviando a la atmósfera.
Trescientos científicos en el mundo corroboraron un evento esperado y buscado por todos quienes vieron en la disminución de la capa de ozono, un peligro para la humanidad. Después de más de dos décadas de reducción progresiva de químicos que destruyen este delicado escudo que protege la Tierra, ésta muestra sus primeros signos de recuperación.
La investigación avalada por la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) y por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), concluyó que gracias a las medidas adoptadas en aplicación del “Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono”, este podría llegar a niveles de los 80’ si continúan vigentes los acuerdos.
“El Protocolo de Montreal en el año 91 fue un giro en 180°, ya que internacionalmente se decidió no ocupar más compuestos químicos de clorofluorcarbonos que la dañaban y, en un muy corto plazo, se reemplazó en los refrigerantes, refrigeradores, frigoríficos industriales por HCFCs. Estos compuestos son un poco menos tóxicos para la capa de ozono”, explica el subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena.
Combustibles fósiles
Por lo tanto, agrega la autoridad ambiental, el éxito en la recuperación de la capa de ozono debiera ser un ejemplo para enfrentar el cambio climático: “El año 87 se descubrió el deterioro de la capa de ozono y en 91 la comunidad internacional rápidamente reaccionó y creó un movimiento para reducir estas sustancias agotadoras. Sabemos que el CO2 viene de los combustibles fósiles, por lo tanto es más amplio su uso en nuestra economía y por cierto implica un desafío más complejo. Pero para un país como Chile que importa combustibles fósiles, es muy beneficioso reducir las emisiones de CO2”.
El ejemplo del ozono, explica el subsecretario, nos indica que cuando tuvimos ciencias sólidas, fuimos capaces de abordar esto rápidamente y hoy la ciencia con respecto al Cambio Climático es igual de consistente. Entonces lo que tenemos que trabajar con la comunidad internacional, es que en los próximos dos años lleguemos a un acuerdo nuevo que reemplace al Protocolo de Kyoto y logremos éxitos similares a lo que hoy tenemos con la capa de ozono.
Este año y el próximo son cruciales para los acuerdos de reducción de emisiones de CO2 que se logren a nivel mundial. En septiembre la Presidenta Michelle Bachelet junto a los ministros de Relaciones Exteriores y el de Medio Ambiente, asistirán a una reunión que congrega a todos los líderes del mundo para abordar el cambio climático. Mientras que en diciembre en Lima, se tomarán nuevas definiciones en el ámbito de las reducciones, en 2015 se espera lograr un Protocolo en París, que reemplace al de Kyoto.
“Chile frente a los acuerdos internacionales ha tenido una posición progresiva. En el año 2009 comprometimos reducir nuestras emisiones un 20% al año 2020 y hoy ya tenemos una agenda energética de mayor eficiencia energética y presencia de energías renovables. Recientemente, además, se ha aprobado la Reforma Tributaria con los impuestos verdes que son únicos en Sudamérica”, concluye Marcelo Mena.