Publicada originalmente en https://blogs.iadb.org
En muchos países de América Latina y el Caribe más de la mitad de los hogares construyen sus propias viviendas, sin asistencia técnica y en forma incremental. Estas familias nunca han oído hablar de un arquitecto. ¿Cómo podemos transferir conocimientos técnicos a estos constructores informales?
La búsqueda de una cooperación fructífera entre actores de mundos muy distintos—hogares de bajos ingresos en la informalidad, arquitectos, planificadores urbanos, y autoridades locales—es un requisito para encontrar soluciones al desafío de la construcción informal.
Un gran ejemplo de cooperación entre estos actores es el arquitecto japonés Shiergeru Ban, cuyo trabajo se caracteriza por el uso de materiales no convencionales (papel, tubos de cartón, plástico, contenedores, cajas de cerveza). Sus primero diseños con tubos de papel se usaron para dar refugio a los damnificados tras el terremoto de Kobe (1995), y desde entonces, este arquitecto ha viajado a lugares de desastres naturales y humanos para desarrollar refugios reciclables y de bajo costo para los damnificados.
Gracias a este proyecto, Shigeru Ban recibió este año el premio Pritzker, el más prestigioso en arquitectura, por las técnicas innovadoras que utilizó para la construcción de albergues temporales, reciclables y de bajo costo para damnificados. En el anuncio del premio 2014, Tom Pritzker mencionó que “el compromiso de Shigeru Ban con las causas humanitarias, a través del trabajo con damnificados por desastres naturales, es un ejemplo para todos. La innovación no está limitada por el tipo de construcción y la compasión no está limitada por el presupuesto. Shigeru ha hecho de nuestro mundo un lugar mejor”.
El hecho de que un arquitecto esté interesado en soluciones temporales y de bajo costo es inusual. El trabajo de Shigeru Ban ha dignificado la vivienda de bajo costo, pensada para atender las urgencias de los más necesitados. Al mismo tiempo, esta experiencia exitosa nos revela una pieza fundamental para solucionar los déficits habitacionales. El hecho de que un arquitecto con esta inclinación reciba el premio más importante del gremio no tiene precedentes, y es a su vez una señal que debemos celebrar, porque la mayoría de los arquitectos está alejado de este tipo de viviendas. En otras palabras: ¡la vivienda de bajo costo puede ser sexy!
El interés de Shigeru Ban en el sector informal y el reconocimiento que ha obtenido por ello dan visibilidad a discusiones que ya existían a nivel técnico; por ejemplo, cómo aumentar la cooperación entre hogares, autoridades y profesionales como arquitectos y planificadores urbanos; o cómo promover técnicas de construcción seguras y de calidad. Desde el punto de vista de las políticas públicas, también surge la pregunta de cómo incluir actores informales en la cadena formal de producción de viviendas.
Shigeru Ban es un ejemplo de innovación que rompió convenciones para ofrecer soluciones a los más vulnerables y nos hace reflexionar en qué otras herramientas podemos utilizar para contribuir. En un mundo de redes sociales y aplicaciones, los teléfonos celulares podrían ayudar, especialmente porque casi todas las familias ya cuentan con uno. Un celular es más que una mejora con respecto a la línea fija; es también un facilitador importante en las relaciones sociales de los usuarios, además de un medio para acceder a información. Por eso una idea para explorar sería diseñar una aplicación para teléfonos inteligentes que permita acercar a los actores que pueden contribuir en la construcción de viviendas; de este modo, el proceso incremental de construcción sería mucho más eficiente y seguro.